El 30
de abril del 2013, Pep Guardiola dio una charla en la ciudad de Bogotá. Más de
ocho mil personas asistieron a la cita, y entre ellos: directores técnicos como
Jorge Luis Pinto, Reinaldo Rueda, Sachi Escobar, jugadores y exjugadores como
Farid Mondragón, Óscar Córdoba, Ricardo "El Gato" Pérez, en fin,
indudablemente fue un evento que convocó a la élite del fútbol colombiano. Y
dentro de esa élite no podía faltar la plantilla, cuerpo técnico y directivos
en pleno de Millonarios F.C.
Muy
atentos estuvieron los jugadores y entrenadores a los pocos y simples pero
sabios consejos que dio Guardiola ese día (a pesar de las quejas, justificadas,
que manifestaron en Twitter ante las absurdas preguntas con las que Roberto
Pombo desperdició su oportunidad con el legendario DT). "Mi primera charla
técnica la basé recordando por qué me hice futbolista"; "La principal
función de un DT es explicarle al equipo por qué se gana o por qué se pierde un
partido"; "Un buen DT entiende que cada integrante del equipo
requiere un tipo de motivación diferente"; "Los jugadores que se
quedan en la banca se sienten mal porque piensan que el DT no los quiere, y no
es cierto"; "Todo ser humano trabaja buscando que al final alguien
cercano le diga 'lo hiciste bien'".
Frases
como estas iluminaron la noche. Pero parecen haber iluminado también el ánimo
de un equipo que esa semana traía tres derrotas consecutivas en liga y un
lánguido empate en Armenia ante el colero. Porque a partir de ese día el
espíritu alicaído del campeón se recuperó: comenzó a mostrar una dinámica
diferente, a marcar goles y a sacar a relucir la jerarquía digna de Millonarios.
Tres días después se ganó a Patriotas contundentemente, después un empate casi
heroico ante el Deportivo Cali y otro gran triunfo ante Junior. Para rematar,
se han jugado cuatro partidos de Copa Postobón en los que el equipo no perdió y
recuperó el liderato del grupo. En total, siete partidos sin conocer la derrota
desde aquella charla. Pero más allá de los resultados, vemos a un Millonarios
renovado, o mejor, recuperado; con los goleadores haciendo goles, con los
líderes llevando de la mano al equipo, con suplentes pidiendo pista,
aprovechando las oportunidades para decir "aquí estoy", y, en
general, con un grupo de jugadores que parecen haber hecho memoria sobre la
razón por la que se hicieron futbolistas, un cuerpo técnico que entendió que
cada jugador requiere un tipo de motivación diferente y un equipo que en
conjunto entiende que su pasado y su destino es la grandeza; grandeza que
obliga a pelear cada partido y cada oportunidad de un nuevo título que siga
enriqueciendo la historia azul y blanca. Enhorabuena. Llegaremos a las finales
en curva ascendente, llegaremos a las finales para pelear con el alma la
estrella quince, llegaremos a las finales siendo el verdadero Millonarios F.C.
Por: Guillermo Posse
@gposse
muy buena editorial... excelente apreciación basada en una verdad inscrita en piedra: el DT mas que un tecnico debe ser un motivador y un referente para sus jugadores, su cualidad de estratga no debe imprimirse en un pizarrón o en las indicacines de un partido sino en el abordaje de cada uno de sus hombres para sacar lo mejor de ellos...
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