viernes, 28 de diciembre de 2012

LA HERENCIA QUE ME DEJO PAPÁ


A continuación un relato que, personalmente, me encanta contar:

Podría tener siete u ocho años, mi papá se aferraba a mi mano en la fila de la entrada de lo que antes era oriental numerada, en la parte alta de la tribuna. Llegamos tarde y el encuentro ya había comenzado, nosotros seguíamos en la fila, era un Millos vs. Tolima, me acuerdo bien. Mi papá, como siempre, llevaba su radio chiquito para oír los detalles del partido, y con rabia gritó lo que era una temprana apertura del marcador, Tolima anotaba el primero. Mi papá se indispuso, pero yo tenía toda la ilusión de entrar por primera vez a aquel estadio, ese que veía todos los días por la ventana de mi casa en galerías, y pues por fin, entramos, y aunque Millos iba perdiendo, entramos con toda la actitud positiva. Recuerdo lo impresionado que estaba con la gente, los cantos, los gritos, y el ambiente. También recuerdo que seguía la pelota con los ojos simplemente esperando el momento en que entrara en el arco rival, aún no sabía por qué lo esperaba. Luego lo supe, Millonarios anotaba el 1 - 1, el estadio enloquecía, recuerdo haber gritado, pero no escuchaba nada entre el mar de júbilo que se formaba, recuerdo que mi papá me levanto en sus brazos. Y justo antes de terminar el encuentro, el Campín se estremecía de nuevo, llegaba el descuento, Millonarios ganaba 2 - 1 en su casa. La fiesta, la celebración y el júbilo de ese día, son algo que nunca olvidaré, pues como dice la canción: "Yo era pequeño, me acuerdo bien, vi a MILLONARIOS, y me enamoré".





Desde ese día, hay un amor que crece con cada segundo, es algo inexplicable, un sentimiento que me estremece cada vez que me acerco al estadio. Pasaron días, meses y años dolorosos, y nosotros como hinchada vivimos más los dolorosos que los gozosos, y sin embargo nunca nos dimos por vencidos. 





El 16 de Diciembre de este 2012, cuando me dirigía al estadio, pensaba en muchas cosas, pensaba que la razón de ir a ver a Millos ya no era ganar un título, era amor puro; que había visto tantas cosas en ese sitio, que simplemente no había nada que me hiciera salir decepcionado; que como dice la otra canción: "No es por los títulos... Esta es la herencia que me dejo papá", y era una herencia de la cual me sentía orgulloso. El equipo de mis amores, después de tanto tiempo de verlo desfallecer, me estaba generando un sentimiento distinto, siempre lo amé, pero esta vez me sentía mejor que antes, era como un amor correspondido, durante todo el semestre se hicieron las cosas de la mejor forma, no podía pedirles más, el renacer de la institución era evidente, si aquel día eramos Campeones o no, no interesaba, yo ya me sentía orgulloso. 






Pero el loco triunfalista que tengo adentro se metió en la conversación jajaja, recordé una cosa, mi papá me hizo hincha del "Más veces Campeón", y ese día estampé en mi mente y mi corazón, el fuerte deseo de ver a Millos logrando la estrella con un solo fin, decirle a mi viejo: "Pa, alegrate, somos Campeones otra vez, gracias por enseñarme a vivir esta dicha". Y bueno, el resto es historia, Lucho tapo el penal, lloré como niña, me abrazaba con gente que ni conocía, la Capital se formo una sola fiesta. 





Les cuento que yo era abonado, pero mi papá no, y no pude vivir la final con él, de hecho pensé en ceder mi boleta para verlo con él por TV, pero el me dijo: "No seas pendejo, yo ya vi a Millos Campeón y eso no se compara con nada, no te vayas a perder de esa oportunidad, más bien a la salida nos vemos", y pues, así fue, el momento más gratificante de la noche fue correr a abrazar a mi papá cuando nos encontramos en la 63, y saltar como si ambos fueramos niños chiquitos, las lágrimas fueron inminentes; y ver que mi hermana pequeña, mi familia, mis amigos y los desconocidos de la calle eramos una misma fiesta, me hizo sentir algo indescriptible, hoy lo comparo como cuando una gran familia se reune después de mucho tiempo para celebrar algún evento, literal, así fue ese día, la familia azul se reunió para celebrar lo que tanto tiempo nos fue esquivo, y que hoy solo es un sueño más, cumplido... La tan anhelada estrella #14.








Sebastián Pinzón Jácome





@SebastianPJ24

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