Cuando se es invitado a una gala, uno busca en su
armario el mejor traje para asistir… al fin y al cabo, habrán muchos
observando, y es preciso dar la mejor impresión.
Pues bien, el 16 de diciembre de 2012, junto al título #
14 para Millonarios, llegó también la invitación a ser parte de los 32 equipos
que disputarían la Copa Libertadores de América.
Inmediatamente después de la merecida celebración del título,
Millos en cabeza de Felipe Gaitán y su junta administrativa, y Hernán Torres
como D.T pusieron en marcha el plan de acción con el que, “el más veces
campeón” enfrentaría esta cita continental luego de 16 años de ausencia.
“Continuidad” fue la palabra clave…
Solo 3 jugadores de la plantilla de aquella final ante
el Deportivo Independiente Medellín estarían ausentes para la presente
temporada: Omar Vásquez, Wilberto Cosme y Oswaldo Henríquez partieron a México
para integrar las filas de los Gallos Blancos de Querétaro.
Para suplir sus posiciones, además de Robinson Zapata,
arquero proveniente del Itagüí, llegaron Anderson Zapata, zaguero centro ex Águilas
Doradas, conocido y pedido expresamente por Torres, que puede desempeñarse como
volante de recuperación y como lateral por izquierda, así como Dhawling Leudo,
volante mixto de notable pasado por La Equidad Seguros… y el que quizá es el
refuerzo más caro de Millonarios en al menos una década: Freddy Montero, quien
arribo a Bogotá luego de su exitoso paso por el Seattle Sounders de la MLS,
liga en donde en varias numerosas ocasiones fue destacado como letal artillero.
De todos los nombrados anteriormente, solo Montero
llegaba con el rotulo de “refuerzo”… sus goles, su técnica y su pasado reciente
eran su carta de presentación; imaginar una dupla junto a Wason Rentería, era
el deleite de los seguidores albiazules, que veían en el atlanticense la
solución a los problemas de gol del cuadro embajador.
Los demás (Robinson y Anderson Zapata y Dhawling Leudo),
llegaban como una incógnita; “Rufay” con una hoja de vida envidiable, que incluía
su paso por el Galatasaray turco e Independiente de Avellaneda en Argentina,
llegaba directamente a la banca, pues Luis Delgado, gran artífice del título de
fin de año, gozaba de un buen presente y de la confianza del cuerpo técnico… se
la había ganado, y no había motivo para sentarlo; Anderson Zapata, era la carta
del técnico Torres, quien lo había dirigido en Itagui y sabia de sus
condiciones y su polivalencia, y
Dhawling Leudo, quien junto a Dager Palacios conformo una dupla bastante
efectiva en Equidad… un volante mixto con gol y marca, estilo Ganiza Ortiz.
Estos 4 jugadores más el 95% de la nómina del campeonato
inmediatamente anterior, serian la base del Millonarios versión 2013, que afrontaría
los dos torneos locales ( Liga y Copa Postobon), y la Copa Bridgestone
Libertadores.
La afición… ansiosa, esperanzada e incondicional. No era
para menos; Millonarios volvía a la Copa Libertadores como campeón colombiano.
El destino puso al “Embajador” en el mismo grupo de los
Xolos de Tijuana, campeón mexicano y equipo revelación de la liga de ese país,
de San José de Oruro, equipo que tiene como fortín, un escenario a más de 3.500
mts de altura sobre el nivel del mar, y a Corinthians… ni más ni menos que al
campeón actual del certamen, y campeón también del Torneo de Clubes, título que
obtuvo venciendo al Chelsea de Inglaterra, curiosamente, el mismo día en que
Millonarios venció a Medellín en la final del campeonato colombiano.
Todo estaba servido para el debut… solo había que
esperar el inicio del certamen para ver de que estaban hechos los equipos
participantes; y es que la Libertadores es un torneo para grandes, en donde
además del buen futbol, cuenta la “garra”, la maña, la presión de la hinchada y
otros tantos factores que muchas veces separan a las escuadras legendarias, de
esos equipos chicos que aspiran a colarse en ese Olimpo destinado solo para los
titanes del futbol.
Y Millonarios… bueno, Millonarios desentonó.
Con un juego predecible y carente de sorpresa y
variantes, Millos sucumbió ante los Xolos en la primera salida como local,
luego viajo al Pacaembú para enfrentar al “Timao”, que lo despacho con un
contundente 2 – 0… el “Embajador” saco un poco la cabeza del lodo tras vencer
en el Campin, al San José boliviano por marcador de 2 a 1, aunque una semana
después, los del altiplano devolvieron atenciones, y enviaron de vuelta a
Bogotá al onceno capitalino con dos goles en contra y con una posibilidad muy
remota de clasificar a la siguiente ronda, pues debían entonces, vencer a
Corinthians como locales y después a los mexicanos en Tijuana, además de
esperar otros resultados… cosa que no
sucedió, pues el miércoles en la noche, Millonarios vio morir sus aspiraciones
de seguir con vida en la Copa al caer por la mínima diferencia con los
brasileños.
Fin de la historia, y antes de pasar la página, la
conclusión de que Millos fue a esa fiesta, vestido de jean y camiseta…
demasiado informal para una cita tan elegante; creyeron Gaitán y Torres, que
esa era la “pinta” adecuada, y que les iba a alcanzar para llegar lejos en el
torneo.
El resultado de dicho experimento: la eliminación
prematura y dolorosa de la Copa.
Millonarios quedo vestido para ese “baile de los que
sobran”; contrato, más no se reforzó… dos términos bien distintos. Sin duda
estará de nuevo peleando por la Liga con esos jugadores que para nuestro medio
funcionan, y funcionan bien, pero que para un certamen tan fuerte, no hacen
diferencia.
Hay que invertir y arriesgar… hay que seguir el ejemplo
de Don Alfonso Sénior, quien trajo a Di Stefano, Rossi y Pedernera a sabiendas
de que no había capital que sustentara dicha inversión; el resultado: una
tribuna colmada en cada fecha que soportaba el gasto realizado en la
contratación, y figuras que con su nivel, llevaron a Millonarios a la cúspide
del futbol mundial, dando inicio así, a la leyenda del “Dorado”.
Dándonos el rotulo del “MEJOR EQUIPO DEL MUNDO”…
CARLOS
BARBOSA
Twitter:
@_ElCaminante – Facebook: El Caminante
No hay comentarios :
Publicar un comentario