sábado, 20 de abril de 2013

LA CABEZA NO ES INDEPENDIENTE. EL TIEMPO ES UNA MEDIDA ABSTRACTA DEL ESPACIO.


Pocos conocemos quién es exactamente Juanma Lillo y de lo que representa internacionalmente para el fútbol mundial especialmente en materia teórica y conceptual y ello se debe a que más que un técnico de fútbol en España es y ha sido objeto y modelo de reverencia de personajes de la talla de Pep Guardiola o Joaquín Caparrós.

Cito a este personaje que casi nadie distingue por estas tierras porque alguna vez dentro de su grata y elocuente expresividad tiró algo tan obvio como lógico en el fútbol así: “Este juego consiste en ir generando superioridades a la espalda de la línea que te aprieta”. Casualmente los equipos que hacen apriete o pressing ofensivo con balón o sin él tratan de superar la línea defensiva de la forma más inmediatamente posible sea controlando en su salida el avance o cortando la jugada contraria con el achique, con agrande o con el cierre.

Si uno se detiene unos instantes a analizar de manera objetiva el partido contra Itagüí en la fría y lluviosa noche capitalina olvidándose un poco de su fanatismo exacerbado por los colores azules se da cuenta de que a pesar de escasear continuamente la posesión de la pelota en pies del visitante el equipo lograba que el balón terminara así fuera de forma abrupta y accidental en una opción “de algo” que para el caso sería acercarse a merodear el área rival adelantando líneas y generando el achique de zonas en las que Otálvaro, Montero o Wason tendrían superioridad posicional para libremente poder atacar cuando se recuperase el balón o cuando se saliera jugando. Es allí donde la falta de profundidad trae como consecuencia el “avanzar con la pelota” diferente a “atacar con la misma” porque avanzar en fútbol es adelantarse con el balón algunos metros y atacar es generar juego, profundizar y adelantar las líneas mediante la asociación y la búsqueda de espacios para la creación de peligro en puerta contraria, cosa que, por tales movimientos direccionados perfectamente por Itagüí en su defensa y ataque consiguió anular al tiempo los toques y llegadas nuestras.

Últimamente y ello obra específicamente en lo que fueron los partidos de copa libertadores y la liga, en este semestre se han notado síntomas de debilidad en cuanto a la desorganización defensiva del equipo, entre las que se destacan el hecho de que siempre le ganen en el encare a Jarold Martínez su línea de defensa, sea a través del enganche o a través de la superioridad posicional por encima de la numérica en jugadas que en apariencia no merecían peligro alguno o esfuerzo. También el hecho de no tener profundidad para el ataque y de la no conversión de los delanteros porque superaban la espalda rival pero no salían al encuentro con la pelota “para entrar hay que saber salir primero” o si salían se quedaban como un volante más en función de ataque que no entraban a penetrar sino a duras penas por los costados la línea defensiva rival, algo así como permitiendo el reagruparse y formar defensas estáticas como las italianas en las que se regalan los costados pero se achican con volumen defensivo los espacios del centro de la cancha.

Por eso más que criticar abiertamente la actitud del equipo está en hacer ver que si se perdió en el último minuto como contra Nacional no fue por falta de “huevos” sino de algo más que está inmerso en cada jugador profesional y es el de interpretar inmediatamente al tiempo de la situación y de forma más perfecta y armónica posible los conceptos futbolísticos por encima de la táctica de juego tales como los de ataque y defensa, de tiempo y espacio, de pressing y timming, de estilo de juego y forma de jugar etc., porque tal como en el titular de mi esquela “LA CABEZA NO ES INDEPENDIENTE. EL TIEMPO ES UNA MEDIDA ABSTRACTA DEL ESPACIO” el hecho de haber perdido hoy es consecuencia de permitir que la posesión del balón haya sido superada por la posesión del espacio que finalmente supo y pudo aprovechar Itagüí en una de sus mínimas y escasas apariciones a puerta nuestra aun conociendo eso de que Los equipos limitados técnicamente, viven cómodos sin el balón”.

En suma habrá que dejar que cada cual haga su trabajo y en este caso está en permitir que Hernán Torres libremente y dentro de su órbita se haga cargo de la situación y tome las decisiones que sean necesarias así no sean de nuestro agrado, y en ellas incluyo el caso Martínez, Montero y Rentería principalmente, hay que entender que el equipo se ha visto aminorado por los dolorosos sucesos acaecidos en Medellín con Perlaza, Ortíz y Asprilla y que las medidas adoptadas por el cuerpo técnico buscan el beneficio de todos para lograr lo que seguimos soñando. Cierro con una frase de Juanma Lillo muy importante para lo que fue hoy y deduzco serán las cosas a partir de mañana en el equipo: Lo que debe temer cualquier entrenador es que el equipo rival se ponga a jugar, y no temer que se ponga a correr porque si todos fuéramos carpinteros ¿quién me cargaría la herramienta?

Gracias.




Jon Edward C. Muñoz (Jon Aurtenetxe)
En Twitter: @JonEdwardCMuoz
jonneymar11@hotmail.com

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