Termina la negra semana para Millonarios F.C. con su tercera derrota consecutiva frente a Itaguí y la preocupación es evidente para hinchas y no hinchas azules: Millonarios tuvo un partido para el olvido de principio a fin que enciende las alarmas en busca de la clasificación a cuadrangulares.
En un marco adverso por el clima del día y ante aproximadamente 12000 espectadores, Millonarios recibió a Itaguí con la consigna de ganar los 3 puntos y despejar los rumores de crisis interna y futbolística que tanto desmintió Torres durante la semana. Con una nómina alterna por las ausencias obligadas de 5 de sus titulares, Torres optó por usar a Leudo por la banda derecha, González de central derecho, Blanco en el medio campo junto a Tancredi y repetir la delantera de su confianza (Rentería y Montero); el primer tiempo fue plano, aburrido, sin creatividad ofensiva por parte de ambos equipos, aunque fue Millos quien intento proponer futbol pero Itaguí se plantó bien en defensa y no permitió avances azules, esto asociado al pobrísimo nivel del equipo ofensivo azul hizo que el primer tiempo fuese para el olvido (similar a lo visto en los dos partidos anteriores).
Para el segundo tiempo Millonarios se acordó de jugar y de la necesidad que tenía de obtener los 3 puntos por lo que salió a buscar el gol en forma de juego de conjunto y remates de media distancia, y fue por esta vía que Jhonny Ramírez convirtió un soberbio gol (el primero con la camiseta azul) que puso a delirar a la hinchada y que por el trámite del partido y por la intensidad ofensiva parecía que iba para goleada… Pero increíblemente Millos actuó como Nacional en el duelo del martes: se relajó, le cedió la pelota al rival, se dejó encerrar en su propia área; lo increíble de todo es que Itaguí perdió un hombre por doble amarilla y con nada más que amor propio Itaguí en un despeje de tiro de esquina logró el empate con un remate al que Ramírez le cambia la dirección en su intento de despeje y desacomoda a Zapata.
Luego del empate Millonarios jugó con el desespero a cuestas pero sin orden ni ganas y Torres realiza un cambio que perjudicó a Millonarios ya que saca a Blanco e ingresa a Mosquera buscando ataque por la zona izquierda y regalando la mitad de la cancha con un equipo desesperado y cambiando a Rentería por Moreno, pero en la última jugada del partido cuando Yoiber Gonzalez desperdició una oportunidad de gol clarísima Itaguí arma un contragolpe rapidísimo que traducen en gol y tres puntos para el visitante.
Con el resultado de anoche pareciera que llegó el síndrome del Campeón a las toldas azules y no sólo por los la suma de resultados adversos sino por la falta de fútbol que es una constante en la actualidad, sin poder ofensivo y con la incapacidad de aguantar un resultado. Mención aparte merece el nivel de algunos jugadores: Mantener a los delanteros que han jugado casi todo el torneo y solo han anotado 6 goles en 4 meses, así como a un Otálvaro desconocido y que no pesa al ataque no tiene justificación, así mismo las decisiones técnicas de alinear a Yoiber Gonzalez y Dawling Leudo a quien su falta de ritmo pesó en el desarrollo del partido, sin mencionar que Martínez es el jugador más limitado del equipo y sus intenciones ofensivas siempre terminan en riesgo.
Ante uno de los coleros (Quindío) en la próxima jornada es OBLIGACION obtener los tres puntos ya que de no lograrse seguramente la situación interna llegará a un punto de no retorno, estallará la crisis que se está cocinando (aunque Torres quiera negarla) y el matrimonio entre hinchada, jugadores y cuerpo técnico terminara de la forma mas cruel posible… Esperemos el acontecer de la jornada y lo que vendrá en el transcurso de la semana, no hay que abandonar al equipo en las malas pero tampoco podemos tapar el sol con un dedo como muchos hinchas en las redes sociales pretenden hacerlo porque es claro que contra los rivales directos no hemos podido sumar.
MILLONARIOS, UNA FAMILIA Y UN SENTIMIENTO QUE NOS HACE LOS MAS GRANDES DE COLOMBIA
Por: ALEJANDRO DIAZ
En Twitter: @sakaidiaz
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