sábado, 29 de diciembre de 2012

A PENSAR PARA PLANIFICAR



He sido de Millonarios toda mi vida, afortunadamente es una cuestión familiar que se remonta desde mi abuelo Miguel, que en la mejor decisión de su vida, al regresar de un gran temporada viviendo en España empezó a seguirle los pasos a Millonarios. 
El vio sus mejor momentos, el dorado, los cincuenta, los sesentas, los ochentas y vivió lo que yo viví aquel domingo 16 de diciembre el día más feliz de mi vida. 

Debo confesar que siempre fui consciente del proceso, una vez inició la reestructuración a manos de José Roberto Arango, sabía que sería un proyecto largo y tortuoso, ya que no consideraba que los cambios se dieran inmediatamente, porque es innegable que lo administrativo, en la mayoría de los casos refleja su faceta o su mala gestión en lo deportivo. 

Me prepare entonces para años de crecimiento, y veía aquel anhelo de ser campeón lejos, pero nunca abandone aquella ilusión, y esa posibilidad terca de soñar. Siempre me preguntaba, que pasaría si Millonarios gana el campeonato? Imaginaba aquella alegría superflua, desbordada e incontrolable, simplemente me decía que no sabía que pasaría que simplemente me dominaría la locura. Pero por sorpresa el equipo cambió, con la llegada de Richard Páez, se dio un viraje interesantísimo, llegamos a aquella semifinal contra la Equidad, y recuerdo ese gol de Robayo, que no nos alcanzo, porque aquella idea de ataque de Millonarios, se empezó a eclipsar, con el esquema ultradefensivo, de defender con 10, como el Inter de Mourinho o el famosísimo canteccio italiano, que lo podemos plasmar y definir más contemporáneo en Tigre, Junior e Independiente Medellin. Posteriormente llegó otra felicidad, una vez más en semifinales, y acaeció una de las tristezas futbolísticas más importantes la eliminación contra el Junior, no dejaron viajar a nadie a Barranquilla, mis amigos por lo tanto lo verían juntos acompañados de un fervor inigualable, y yo, producto de un esguince lo veía en mi casa con muletas, pero con la energía y la ilusión de todo un estadio, el cual se derrumbo en escala desde el metropolitano hasta mi casa en Bogotá. Llego el semestre negro del 2012, todos con dudas hasta que llego la mejor contratación Hernán Torres, cuyo mejor acierto fue entender y usar lo que tenía, mantuvo un proceso, que se reflejó en el récord de las 17 fechas de líder, y volver, como en sus decláraciones iniciales manifestó, hacer del Campin un fortín. 

Hoy campeones, hoy los más veces laureados, con un proceso administrativo no culminado, un equipo en construcción, eso es positivo, el punto es entender que se sigue en un proceso, no podemos traicionar nuestra propia identidad, no nos podemos quedar en triunfalismos, ya que desconocer nuestra historia de apoyo incondicional nos convertiría en otras aficiones que todos bien conocemos que sólo hablan de títulos no de sentimientos.  
Lo anterior no es pesimista, es de tener los pies en la tierra, de saber que es lo que tenemos y de que venimos, hoy, el equipo afortunadamente esta en muy buen manos, Gaitan en menos de 10 meses ha hecho mucho, hay que confiar porque el modelo funciona, ya que así la idea sea el lucro, es un esquema gerencial inteligente, ya que entiende que lo que más produce son los buenos resultados y la excelencia deportiva, y con ese ideal se trabaja, hoy independientemente de los posibles refuerzos (que tienen que ser determinantes para llegar lejos en el torneo más importante de América) el llamado es a alentar independientemente de las situaciones, para que a futuro, empezando en el 2013, Millonarios vuelva al podio en el que siempre estuvo, y una vez más Colombia sea reconocida internacionalmente por el único que ha podido representarla....... EL GLORIOSO EMBAJADOR. 

@castrojuanjose 
Juan José Castro Muñoz.

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