Para
nadie es un secreto que hay una importante relación entre factores económicos y
el éxito deportivo a nivel profesional. Uno de los ejemplos más claros de los
últimos años es el caso de España: después de un boom económico (hoy olvidado)
ha tenido campeón de fórmula 1, el tenista más ganador en la historia del
Roland Garros, figuración importante en juegos olímpicos, dos títulos europeos
de naciones y campeón mundial de fútbol.
Pero
lo que es más interesante es analizar la relación de la historia de la economía
colombiana con nuestro fútbol. Y no hablamos de economía desde la perspectiva
de cifras que salen de entidades del estado, sino de la economía que se ve en
la calle y termina, de una forma u otra, afectando a la sociedad. El fútbol
refleja las raíces de esa economía real que ha marcado diferentes épocas en la
historia de nuestro país.
Es
así, que desde el nacimiento del fútbol profesional colombiano en 1948, podemos
entender hasta hoy cuatro grandes etapas que han marcado a nuestra sociedad. Me
voy a referir ahora a cada una de ellas:
La oligarquía bogotana
En
1948 Colombia era un país centralista, clasista y caudillista. Las principales
decisiones de la política y la economía del país se tomaban a dedo en los
cocteles de los clubes bogotanos. El fútbol nació el mismo año en que se dio el
asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Ese evento cambió mucho la forma de hacer
política, pero no tanto la economía. Las cosas siguieron más o menos igual y
nuestro fútbol lo reflejó de la misma forma. Entre 1948 y 1978, los equipos
bogotanos fueron claramente dominantes: Millonarios obtuvo once títulos y Santa
Fe seis; cinco títulos del Cali y algunos de Nacional y Medellín, marcaron la
indudable importancia de Cali y Medellín dentro de la economía del país.
Algunos títulos aislados como Once Caldas, Quindío, Unión Magdalena y Junior,
muestra la pujanza de ciudades más pequeñas queriendo figurar en la economía
del país. Pero no podemos discutirlo, en estos años el reinado bogotano es
contundente.
Los carteles de droga

El paramilitarismo
Hay
una clara relación entre el negocio ilegal de la droga y la formación de grupos
paramilitares en Colombia. Los carteles de la droga, en muchos casos, mutaron a
convertirse en ejércitos armados controlando diferentes regiones del país. La
influencia no fue sólo a nivel territorial, también lo fue a nivel económico.
Es difícil decir cuando un grupo de narcotraficantes se convierte en
paramilitar. De la misma forma es difícil identificar un año preciso en el que
estos grupos comenzaron a influir en el fútbol. Pero lo hicieron. La primera
década del nuevo milenio nos trajo títulos de muchas regiones del país. Los
equipos "chicos" opacaron a los grandes que dominaron en las primeras
dos etapas de nuestro fútbol. Títulos de diversas regiones como Caldas, Pasto,
Cúcuta, Boyacá, Tolima, sin que hubiera un claro dominador como en otras
épocas, marcaron esta primera década. No quiero decir, antes que me puedan
atacar por esto, que los propietarios de estos equipos fueran paramilitares.
Solamente en el caso del Cúcuta ha habido acusaciones de vínculos de su
exalcalde, claramente vinculado al equipo, en este sentido. Pero los
paramilitares crearon un entorno muy distinto en muchas regiones del país al
que se vivió en el siglo pasado. Y este entorno inevitablemente terminó
afectando al fútbol y reflejándose en títulos.
Grandes empresas y democratización de la
propiedad
Colombia
tuvo crecimientos económicos importantes durante la primera década del nuevo
milenio. Estos crecimientos han fortalecido a muchas empresas con crecimientos
exponenciales. La atracción de inversión extranjera y la democratización de la
propiedad a través de emisión de acciones que se tranzan en la bolsa de valores
son las principales características de los movimientos económicos del país en
los últimos años. Nuestro fútbol está entrando en una nueva etapa donde esto
predominará; apenas está comenzando. La conversión de Millonarios en una
sociedad anónima marca un hito importantísimo en este sentido, sumado a la
previa propiedad de grandes grupos económicos en otros equipos como Nacional,
Junior y ahora Once Caldas. Nuestro fútbol comenzará a atraer inversión
extranjera, ya lo hace con patrocinios de grandes marcas, y sin duda esto será
lo que dará forma a los títulos en los próximos años. Nuestros equipos, al
menos los grandes, se han constituido como empresas, y tienen como objetivo,
además del éxito deportivo, generar utilidades. Quienes demuestren mayor
capacidad en este sentido lograrán el mayor número de títulos. ¿Quiénes tienen
mayor posibilidad de lograrlo? Pues quienes tengan el mayor número de hinchas:
Millonarios y Nacional, en su orden. Los dos últimos títulos ya comienzan a
marcar lo que vendrá en los próximos años. Postobón deberá decidir si quiere
competir o quiere patrocinar el torneo, para que las cargas sean equilibradas y
así los hinchas nos podamos gozar el fútbol, sólo el fútbol.
Por: Guillermo Posse
@gposse
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