Del clásico de ayer, me quedaron varias reflexiones que
trataré de desarrollar, buscando la mayor objetividad posible.
1. Santa Fe nos la tiene adentro.
En lo que va corrido del año, nos hemos enfrentado con el
vecino en siete ocasiones: 2 por Súper Liga, 2 por Copa Postobón, 2 por Liga y
1 por semifinales de Liga. De esos siete encuentros hemos ganado 1 (1-3),
empatado 2 (1-1 en ambas ocasiones) y perdido 4 (1-2, 1-0, 0-1 y 1-0). Un saldo
muy preocupante, pues es evidente que no se ha podido vencer al rival de patio.
Generalmente, se pierden los partidos por diferencia de un gol (como anoche), y
generalmente, cuando nos anotan el primero -y a veces único gol- no se ha
podido remontar esa mínima diferencia.
El cardenal tiene bien calibrado a Millos, y no es de
extrañar esta idea; si se revisan los partidos perdidos por 1-0, siempre anotan
el gol en el primer tiempo, arman dos líneas de cuatro, defienden hasta con los
árbitros… Perdón, hasta con los dientes, pitazo final y tres puntos menos para
el albiazul. El profe Torres, no ha podido dar con la fórmula que le permita al
equipo desenmarañar la telaraña que forma el rojo en zona defensiva; los
jugadores se ven limitados en creación, sus pases son errados, caen fácilmente
en el fuera de lugar, y un tiro libre o tiro de esquina siempre es despejado
por la defensa rival.
A recomponer el camino ya mismo. El próximo rival es el
Deportivo Cali, que en la previa, es un rival más accesible que Santa Fe, pero
que va a jugar en su estadio, con su público, y donde Millos debe sacar, si o
si, los tres puntos para no perderle el paso al vecino.
2. Con esos
árbitros… ¡para qué te traje!
Es cierto que Millonarios no jugó bien, que perdió en
defensa, que no hubo juego de asociación, y que las pocas oportunidades de
anotar se desperdiciaron. Pero cierto también es, que el señor Hernando
Buitrago (Buitre, Mr. Bean, #RugeBuitrago, etc.), árbitro central del partido
de anoche, tuvo un actuación que bien podría calificarse como deplorable,
inaceptable, falta de criterio, escasa de argumentos, etc.
En la acción de la pena máxima, se puede entrar en
discusiones de toda índole. Personalmente creo que no hubo pena máxima; a Franco
le es imposible quitarse para que pase Medina, el contacto era inevitable. Lo
que es de reprochar es la exagerada actuación del delantero cardenal. Qué
piscinazo! Ni que se hubiera chocado contra una pared. Pero sin duda alguna, lo
peor del asunto es que, ante la gran actuación de Wilder Medina, el juez, sin
pensarlo dos veces, señala el punto penal. Omar Pérez cobra y listo: 1-0,
apague y vámonos.
A parte del penal cobrado, las tarjetas amarillas por
reclamarle -como es lógico- al mentado árbitro no se hicieron esperar. De allí
que Máyer Candelo se pierda el próximo partido por haber sido expulsado, y
Pedro Franco por acumulación. Por otra parte, está por verse si lo manifestado
por el 10 azul es cierto, porque de ser así, se esperaría que la Comisión Arbitral
de la Dimayor tome cartas en el asunto, o como diría @sakaidiaz, esperar una
dimayorada de esas a las que estamos acostumbrados a soportar.
3. Esto sigue. A recomponer muchachos.
Independiente de lo sucedido contra Santa Fe, la vida
sigue, y las semifinales también. El sábado Millonarios visita al cuadro
azucarero, y deberá salir a buscar los tres puntos para seguir en lo alto del
grupo A, y de paso, para no dejar escapar al rojo. Afortunadamente, regresa
Román Torres quien asumirá su posición normal, y Anderson Zapata (de buena
actuación) reemplazará al suspendido Franco.
Incertidumbre se genera al buscar el reemplazante de
Candelo. El gato Tancredi no está en su mejor momento, y Leudo aún no ha tomado
la confianza para generar juego y acciones de gol, esas que lo hicieron
importante en La Equidad. A parte de esto, el equipo debe ganar confianza en la
zona de recuperación, pues Ramírez y Robayo no están al 100%, dejan muchos
espacios y generalmente quitan la pelota con falta; se hace importante
recuperar esa jerarquía en la mitad, esa que nos hizo fuertes en defensa y que
nos puso como la valla menos vencida en el torneo pasado.
El sábado con toda a por los tres puntos. Y no nos queda
de otra. Como siempre, el hincha azul estará al pie del cañón, con la fe
intacta y con la camiseta puesta, dispuesto a alentar y a animar al embajador.
La meta de jugar la final no está lejos, depende única y exclusivamente de
Millos, no hemos muerto en la lucha por la estrella 15, por el contrario,
estamos vivos e intactos!
Juan Francisco Ibarra F.
Twitter: @juanfrancif
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