Cuando naces y tu papa te enseña aquel escudo y te dice " serás hincha de Millonarios " sientes tanto orgullo de tu padre que ansias tener la edad para entrar a aquel estadio que te muestra tu papa cada vez que pasas por el lado de el, cuando se va el domingo al Nemesio y te deja en casa y dice " todo a su tiempo " y al pasar de los años te enseña al fútbol, a jugarlo, a sentirlo y más que todo a amarlo. Como olvidar tu primer día en la cancha tus primeras lágrimas por tu equipo, tu primer gol celebrado el mejor día de tu vida, cuando se siente un honor de cantar el himno de tu ciudad gritar con el corazón " Bogotá Bogotá Bogotá ", cuando el arbitro pita e inicia el partido, cuando no te importa el marcador de tu equipo y le sigues cantando como si fuera una victoria, todo se resume en una pasión inexplicable donde yo aquí aún no he podido descifrarla.
Por: Allison Medina R.
En Twitter: @MedinaCdlm
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