jueves, 2 de mayo de 2013

TOCAR PARA JUGAR NO JUGAR PARA TOCAR. LA MECÁNICA DE LO DISTINTO.


“Jugar a tocar, a dar pases, lo hace cualquiera. Entrenar metodológicamente para generar eso y obtener beneficios en el juego mediante una estructura global que contemple este modelo de pensamiento, es para pocos”. Matías Manna.

El fútbol nunca ha sido una obra literaria ni una de teatro, ir a disfrutar “buen” fútbol se ha convertido en una concepción muy discutida desde siempre por los puristas del juego vistoso que quieren gustar siempre al ganar y aquellos otros los que no son tan bellos en su lenguaje con la pelota pero que casi siempre consiguen los resultados de una manera que no deja entrever que fueron admirables o sublimes sus actuaciones en el campo de juego junto con sus formas y sus estilos, por eso más que debatir el “buen fútbol” como concepto variable e inexistente considero que deben siempre discutirse los medios para llegar al éxito por encima de si se hace el baile a un rival mediante el juego de posesión o si se es vertical y efectivo en el ataque.

Personalmente no existe en mi vida nada más admirable en el mundo fútbol que ver jugar al Barcelona muy a pesar que no le sigo porque a decir verdad siempre me decidí por el Athletic Club de Bilbao en España, sin embargo ello no ha sido óbice para descubrir y osarme decir que en el poco fútbol que he disfrutado éste sea como grupo y como estilo de juego el mejor de todos los tiempos, ojalá hubiese tenido la gran fortuna de disfrutar del Brasil del 70 y de 1982, a la Hungría de los 50´s, al Ajax de Van Gaal, a la “Máquina” de River Plate e incluso por qué no al Club Los Millonarios del “Dorado” para tener un concepto y una acepción más acertada de si es o no este Barcelona el mejor de todos, pero eso en resumidas cuentas no es el punto al que quiero entrar a contender sino el concepto que se decanta de la esencia misma del Barcelona y de lo que la mayoría de equipos en el mundo intenta imitar especialmente hoy por hoy nuestro amado club embajador pero que ninguno podrá lograr por ahora y es la filosofía del juego de posesión. La mera tenencia no es a lo sumo la muestra misma de poseer la redonda en cada una de sus formas.

Juan Manuel Lillo que siempre que pueda traeré a colación en mis columnas como uno de los grandes pensadores modernos del fútbol (del cual soy un admirador incansable) alguna vez se refirió de este Barcelona de la siguiente manera: “Siempre quiso jugar bien el Barcelona. Hay una línea que une a Laureano Ruiz, Rinus Michels, Stefan Kovacs y Johan Cruyff, pero ojo: al juego de posición quien más contribuye es Van Gaal. Y Pep también. Ves el 3-4-3 de ese Ajax y ¡madre mía…!” y a decir verdad hay mucho de Guardiola en todo esto y está en su evolución y revolución trigonométrica para la posesión de espacios y de su constancia en adaptar el concepto de “encontrar libre a un lejano” desde que se tiene control en la salida para el desdoblamiento en el ataque y la recuperación de la pelota si se pierde en zonas donde no hay “hombres libres”; por ello asumo con gracia este argumento porque todo lo tiene de cierto y todo lo tiene de dicho, la posesión como principio básico de esta idea no es la mera tenencia de la pelota ni la traslación y adiestramiento del movimiento con la misma, va más allá de tocar para jugar porque la organización no recae en tener la pelota sino en organizarse sin ella y en respetar los principios básicos del concepto que implica en poseer los espacios, la formación de triángulos de pase, la conducción y pase, mirar lejos y reducir los efectos de las réplicas rivales cuando se carece de la pelota mediante la aparición de líneas de jugadores juntos y la presión en la recuperación en distancias cortas.

Nuestro Millonarios FC no es el Barcelona y eso es algo que está muy claro y no entro en discordias sin sentido en ponderar nóminas y formas porque no hay reparo en decir que no existen, lo que sí es interesante al caso de mi ponencia es el modo, la filosofía y las maneras de conducir este equipo en el trasegar aleatorio de los torneos y campeonatos porque en su andar hay mucho en conceptos del Barcelona como estilo pero como crítica poco de Torres como conductor y manipulador en el aprovechamiento de las destrezas individuales de cada jugador para componer el sistema y que condicionan una vez más ese hecho notorio de la imitación a un estilo de juego y no a la secuencia de gestión de procesos por sobre una idea de juego. Claramente es de tomar en cuenta que Franco no es Piqué, Mayer no es Iniesta ni Otálvaro un Xavi y que distan a cientos de años luz de ese rendimiento superlativo blaugrana, lo diáfano es pues la forma de querer proyectar ese juego haciendo de estos jugadores azules un elemento para poner en práctica una filosofía de juego asociado en el ataque y propiamente de forma menos estilizada y coordinada la función defensiva en los repliegues por bandas o mediocentro.

Tal vez parezca exagerado el contenido de mi comparación en estilos y formas pero si se nota un poco el ejercicio mismo de traslado, de tenencia, de posesión de perfilación, de movida “Lavolpiana” y proyección defensiva al ataque en la salida mediante el toque y de búsqueda constante al “hombre libre” que se mueve entre las espaldas de las líneas rivales por parte del equipo azul se notará que los conceptos aludidos son perfectamente adiestrados en su manera de jugar pero incorrectamente ejecutados en su forma de controlar las situaciones mismas del juego cuando deben resolverse problemas de características defensivas en sus laterales, en el pressing ofensivo así como en el rompimiento escalonado de espacios del último cuarto de la cancha contraria mediante la posesión misma o la dirección de juego aéreo para llegar a la terminación de jugadas y opciones de gol.

Todo lo anterior y un sinnúmero más de conceptos son vistos desde mi perspectiva como una adaptación irregular de la esencia del juego de posesión que exige unas características especiales para poder implantarse y una de ellas es la conformación de un recurso humano presto y atento al aseguramiento de la pelota mediante la buena técnica individual para la continuidad colectiva, cosa que, ciertamente no es una realidad en jugadores que para esa posición deberían tenerla tales como Jarold Martínez, Wason Rentería, Rafael Robayo, Dahwling Leudo o el mismo Erick Moreno. Por tanto es, que individualmente en el lanzamiento al ataque los riesgos de pérdida o malas entregas son constantes cuando quiere apelarse a la función de ataque sorpresa y es entonces evidente que la verticalidad no es una opción considerable para jugadores de tal ponencia.

Arguyo finalmente que los estilos y las formas hacen parte de la filosofía misma de juego que se transmite al hincha mediante la idea de lo que se quiere hacer sea ello parte de la tradición e historia del equipo o de el mecanismo que tenga el entrenador para llegar al éxito, tocar para jugar no es lo mismo que jugar para tocar, la armonía y la victoria son variables juntas si se apremian los factores personales y grupales; los errores y desaciertos de Torres pasan no solo por el descubrir improvisadamente quien puede o no llenar el espacio de los que están lesionados sino por devolver la confianza a la seguridad a sus dirigidos “Para atender a lo coyuntural hay que tener muy bien definido lo estructural” – (Juanma Lillo) de primeramente controlar y entregar el balón, de profundizar las jugadas en sus mediocentros y volantes de segunda línea, de mejorar la calidad de definición, pressing, timming, entrada, salida y desmarque de sus delanteros y la destreza de sus laterales en materia defensiva al repliegue para hacer correctamente desdoblamientos en el achique.

En suma, el rigor de una idea debe continuar viva hasta que las circunstancias hagan disminuirla pero no hacer que perezca para que sea sujeta a su mejoría y progreso, ya el estilo y la forma de Torres muy “Guardiolano” por cierto nos dio la satisfacción de la estrella 14 y los muy buenos resultados y críticas en la sudamericana, habrá que apoyar ínfimamente su gestión y confiar en la recuperación futbolística de sus dirigidos haciendo siempre de la opinión una posición respetuosa e ilustrada que invite al análisis y al estudio acucioso de las formas por sobre las superficialidades y abyectas sátiras de los murmuradores que configuran la órbita del periodismo deportivo mediante la exhalación de frases vacuas y polémicas que punzan la llaga abierta de la efervescencia, orgullo e histeria del hincha embajador para lograr los nuevos objetivos en este campeonato y forjar a base de triunfos y esquemas la senda de la victoria y de la recuperación de la memoria que nuestros padres y abuelos tuvieron la suerte de haber visto.

Gracias.

Jon Edward C. Muñoz – Jon Aurtenetxe
@JonEdwardCMuoz  jonneymar11@hotmail.com    

2 comentarios :

  1. _Jugadores profesionales que llegan allí carentes de fundamentacion técnica, empíricos y con una serie de errores acumulados por que alguien les dijo que eran buenos en las canchas de potrero-

    ..."la esencia del juego de posesión que exige unas características especiales para poder implantarse y una de ellas es la conformación de un recurso humano presto y atento al aseguramiento de la pelota mediante la buena técnica individual para la continuidad colectiva, cosa que, ciertamente no es una realidad en jugadores que para esa posición deberían tenerla tales como Jarold Martínez, Wason Rentería, Rafael Robayo, Dahwling Leudo o el mismo Erick Moreno. Por tanto es, que individualmente en el lanzamiento al ataque los riesgos de pérdida o malas entregas son constantes cuando quiere apelarse a la función de ataque sorpresa y es entonces evidente que la verticalidad no es una opción considerable para jugadores de tal ponencia..."

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    1. Tienes tazón, y en efecto, pareciese que los conceptos adquiridos desde categorías inferiores son meros principios de entrenamiento, la técnica individual carece en ellos de argumentos para resolver situaciones de juego en los partidos y se convierte en un problema más que en una limitación adquirida u original con la que ya venían antes de salir del empaque.

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