sábado, 11 de mayo de 2013

¡EMPATOTE!


No ha sido el mejor semestre de Millonarios. De eso no hay duda. Pero cuando ha tocado mostrar jerarquía, el equipo ha respondido de gran forma. En Medellín ante Nacional, fue una mezcla entre la mala suerte por las lesiones y el pésimo arbitraje los que nos llevaron a perder el partido. Pero la jerarquía fue indudable. Como fue la que se tuvo en este partido ante el Cali.

Durante todo el partido Millonarios mostró mucho orden, especialmente a nivel defensivo. Cali jugó con mucho vértigo, pero no lograba generar tantas oportunidades de gol como las que tuvo Millonarios. El partido sólo se desequilibró tras la expulsión de Alex Díaz, poco después del gol del empate de Lizarazo. Sólo en ese momento los caleños lograron meter a nuestro equipo en su área. Pero aún así, el orden fue impecable. Da gusto ver a un equipo entregado, presionando cada jugada, conscientes de la importancia de salvar un punto que aunque por haber estado dos veces delante en el marcador pareció ser oportunidad de tres, es indudable la dificultad de jugar de visita con un jugador menos durante más de treinta minutos.

Da gusto ver un primer tiempo donde el equipo, además del orden, mostró variantes de ataque, remates de afuera, cada llegada era explosiva. Da gusto ver que jugadores de la casa como Robayo y Franco logran hacer los goles que son el producto del empuje de todo el equipo. Da gusto ver que Delgado sube su nivel en momentos de mayor presión. No digo que el partido, pero sí los últimos minutos fueron muy, pero muy difíciles. Tuvimos al Cali encima, intentaban llegar por todos lados, remates de afuera, desbordes con centros al área, de todo. Y cuando tuvo que aparecer Delgado, lo hizo con creces. Por eso fue un empatote. Porque aunque durante mucho tiempo el triunfo parecía posible, en el trámite de los últimos minutos el único resultado lógico era una derrota. Al igual que en Medellín, y ante la imposibilidad de hacer más cambios, terminamos prácticamente con dos jugadores menos, ya que Jhonny Ramírez jugó más de 10 minutos lesionado.

Inevitable comentar sobre el desempeño de Wilmar Roldán. La nueva vedette del arbitraje en Colombia, tras el retiro de Ruiz. Personalmente este tipo de árbitros me generan mucha desconfianza. Desconfío de ellos porque son muy hábiles para manejar los partidos, son muy hábiles para hacerse elogiar de la prensa, porque no cometen tantos errores como el típico árbitro colombiano. Pero cometen sutiles errores que terminan favoreciendo (falta saber por qué) a algún equipo. En este partido hay que notar varios errores: el primero, haber pitado un fuera de lugar en un mano a mano de Moreno con Farid, que aunque el arquero lo ganó, la jugada fue anulada tras un pase de un defensa caleño. El segundo error, fue no haber pitado una clara falta contra Otálvaro cuando en el minuto 58 Millonarios recuperó el balón y salía en un rápido contragolpe. Roldán ignoró la falta, el equipo quedó mal parado y vino el gol del empate del Cali. Sobre la expulsión de Díaz no hay mucho que decir, fue justa. Pero si aplicara el mismo rasero, debió expulsar a Calderón por una falta siendo último hombre y teniendo amarilla. Si uno mira el partido completo, aparenta ser un buen arbitraje, pero pocos errores, sutiles, curiosamente los cometió solamente en contra de Millonarios. Nunca me gustó Chucho Díaz, nunca me gustó JJ Toro, nunca me gustó Oscar Julián Ruiz, ni ahora Roldán. Son el mismo tipo de árbitro, de esos que se logran posicionar como figuras del arbitraje pero con sutileza saben cómo, cuándo y a quién favorecer.

Por: guillermo Posse
@gposse

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