jueves, 16 de mayo de 2013

EL MOMENTO MÁGICO DE MONTERO


Bert Hellinger es un psicoterapeuta con gran reconocimiento en campos de la psicología y la sociología modernas. Es el creador de técnicas que en estas ciencias se conocen hoy en día como Constelaciones Familiares u Organizacionales. Uno de los principios en los que se basan los planteamientos de Hellinger, es que las organizaciones (y las familias) tienen alma propia; y el alma de una persona siempre toma una posición dentro de esta alma colectiva, dándole una fuerza subconsciente de acción a la vida individual. Esas posiciones explican comportamientos, o incluso enfermedades, recurrentes en las organizaciones y las familias.

Traigo a Hellinger a colación porque el momento que vive Montero en Millonarios no es algo nuevo para la institución. Es una historia que ya hemos visto: un jugador que llega del extranjero con la responsabilidad de ser el goleador del equipo, con un inicio dudoso, generando división en la hinchada, pero logrando que un grupo de ella, gracias a muestras inequívocas de buen juego, nunca le pierda la fe; ese jugador, cuando ya varios parecen ceder, tiene un momento mágico que lo convierte en un goleador superior a lo esperando, quedando para siempre en la inmensa historia azul.

Tuve un compañero de estudios que en cada partido de Millonarios, nos apostaba a que Funes haría gol. Perdió recurrentemente apuestas durante varios meses. Después nadie quiso apostar más con él, pero sin duda fue uno de los que más se gozó cada uno de los cerca de treinta goles de Juan Gilberto hizo en sólo un semestre. Funes es sin duda el ejemplo más importante de ese patrón descrito, pero no es el único. Algo similar le sucedió a Oscar "El Pájaro" Juárez, entre otros ejemplos.

Pero así como estos jugadores vivieron momentos duros, generaron reacción y fuertes dudas en sectores de hinchas, tuvieron su momento mágico. Algo, en un sólo instante, hizo que se despertara plenamente su confianza y destapara por completo su potencial goleador. Sin duda el caso de Funes es el destape más impresionante en la historia de Millonarios de un jugador del que se pidió su salida. Ese momento mágico se dio porque él mismo entendió que todos los límites están en la mente, se dio porque por más que la pelota no entrara, nunca perdió la fe, las ganas, nunca dejó de intentarlo. Esa actitud es la que le veo a Montero. No dudo que él debe sentir que los últimos meses no han sido los mejores de su carrera, con algo de frustración, pero no deja de mostrar gran capacidad para jugar al fútbol, no deja de driblar en el área para sacar remates que pegan en el palo o salen levemente desviados. Tampoco dudo que él superará este momento, sólo hace falta ese instante mágico donde las energías sutiles que mueven al fútbol (y a la vida) se alineen a su favor, y los hinchas que hemos esperado con paciencia y fe tengamos el placer de recordar sus goles: por siempre.

Por: Guillermo Posse
@gposse

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