Quisiera empezar pidiéndoles que cuando tengan puesta su camiseta de Millonarios, miren con detenimiento el escudo... Ahora, cuando vean al equipo saltar a la cancha, miren detenidamente el escudo en la camiseta de ellos. ¿Que ven?, ¿es el mismo, cierto? Algo muy importante que ningún hincha debe olvidar es que por más razones que existan, como la pasión, el amor al deporte, el esparcimiento, o los amigos; la prioridad, la verdadera razón por la que las tardes del fin de semana son especiales, es por un sentimiento, el más puro, el que despierta una madre o un hijo, el amor por Millonarios. Ningún equipo de fútbol en este planeta ha sido próspero siempre, los malos vientos hacen parte de la historia de todos, y como dicen por ahí, siempre que llovió, escampó.Es en momentos de angustia que deben aparecer quienes profesan ese amor puro, mi bisabuela solía decir: "hechos son amores y no buenas razones", y la hinchada de Millonarios le ha dado cátedra a las demás en lo que a sentimiento se refiere. Lo sé, es difícil, pero un amor como este merece los sacrificios, ya hemos sufrido lo peor, no debemos temerle a nada, y por eso personalmente opino, que aunque es evidente el bajo rendimiento futbolístico del equipo en estos momentos, todavía se percibe el sentimiento de lucha y entrega con el que logramos el campeonato hace tan solo unos meses, y es lo que yo veo, a pesar de las discutibles opiniones de algunos medios.Hoy por hoy, nosotros, que somos LOS MILLONARIOS, el equipo más veces Campeón del Fútbol Colombiano, la mejor hinchada de lejos, la familia más grande, estamos en todo el derecho de exigir resultados, porque nos lo merecemos, pero quiero hacer énfasis en algo, exigir NO es, y NO SERÁ NUNCA sinónimo de dejar de apoyar o perder la fe. Ya lo dice el himno del equipo, ese que se remonta a los años dorados en los que nos apoderamos de la gloria para no soltarla jamás, "Millonarios, cumplamos la cita, que es la nuestra una cita de honor... Millonarios, el tiempo corona solo a aquel que en la cancha es mejor". Mi invitación es a que cumplamos la cita, a que por encima de prejuicios o críticas, nos pongamos la camiseta, que sintamos el escudo sobre el pecho, y que nos demos cuenta que nuestros anhelos se ven reflejados en esos 11 que sienten a su vez el mismo escudo sobre el pecho.Ya el tiempo nos coronará de nuevo, elogiaremos la clase, bailaremos al son del gol, desgastaremos la garganta con celebraciones, y aplaudiremos desde la tribuna a quienes tomaron nuestros anhelos y dejaron todo en la grama para satisfacerlos. Mi padre tomó la frase de mi bisabuela y la transformó, y cada partido que vemos me dice: "Goles son amores y no buenas razones", y apuesto mi cabeza a que a nosotros como hinchas nada nos llena más el corazón que el sentimiento de unir la voz con la de los demás para celebrar un gol, y es lo que debemos esperar del equipo de nuestros amores, si nosotros no creemos, ¿entonces quien? "Bienaventurados quienes creen, porque el grito de gol hará eco en sus gargantas".Por: Sebastián Pinzón Jácome@SebastianPJ24
viernes, 3 de mayo de 2013
"SiEMPRE QUE LLOVIÓ, ESCAMPÓ"
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