Si
el futbol fuera de merecimientos, Millonarios habría ganado el clásico. El
empate deja un sabor agridulce: dulce porque Millonarios tiene la mejor opción
para terminar primero en el grupo D, porque mostró buen fútbol y porque Wason
le volvió a anotar a Santa Fe; agrio porque nos volvieron a afectar las
lesiones (Tancredi y Blanco salieron tironeados) y porque el empate da más la
impresión de haber perdido dos puntos que de haber ganado uno. Al punto que los
jugadores de Santa Fe terminaron quemando tiempo, tirándose al piso sin razón,
dando el casi tradicional espectáculo de cualquier equipo chico jugando en
Bogotá cuando ve que está logrando un puntico.
Si
el fútbol fuera de merecimientos, Millonarios habría hecho al menos dos goles
en el primer tiempo. Lograba llegar con frecuencia, había agresividad, remates
desde afuera del área, juego colectivo. En general se vio un buen juego. Pero
no se alcanzaba a ser suficientemente contundentes en el área. Y Santa Fe cobró
en una jugada aislada que terminó en tiro libre al borde de la media luna,
cobró John Valencia con un remate fortísimo que superó a la barrera y a Delgado.
Los rojos no generaron ninguna llegada de peligro en este primer tiempo. De las
llegadas azules la más clara fue al minuto 41: desborda Zapata por derecha,
tira un centro templado directo a la cabeza de Wason, quien se vio sorprendido
y remató sin acomodarse saliendo muy desviado.
Si
en el primer tiempo merecimos más, lo mismo se puede decir del segundo. Montero
reemplazó a Carlos Valencia, mostrando la clara intención de Torres de ir por
el partido. A los 51, Santa Fe generó el único peligro nuevamente en un tiro
libre que cobró Mendoza y Delgado sacó en gran forma al tiro de esquina. Millonarios
respondió con otro tiro libre de costado que trató de sorprender cobrando
directo y el arquero reaccionó bien. A los 58, pase desde la mitad de la cancha
de Zapata, el balón cayó en los pies de Wason que entró al área ganándole a
Mendoza más con fuerza con velocidad, y ante la salida de Sánchez le picó el
balón superándolo: golazo.
Millonarios
remató seis veces desde fuera del área. Sólo uno de ellos salió al arco
(Jefferson Herrera al minuto 78). Tancredi, Leudo y Montero lo habían intentado
antes sin buen tino. Varias llegadas colectivas donde faltó el puntillazo. La
más clara del segundo tiempo fue al minuto 80: gran pared de Leudo con Wason,
que terminó con un buen remate del primero y mejor atajada del portero Sánchez.
Como
anécdota curiosa, la absurda falta que pitó el árbitro al minuto 66 cuando
Wason intentó, sin éxito, un remate de chilena. La consideró jugada peligrosa.
El único peligro que tuvo la jugada fue que no estuvo lejos de impactar el
remate, habría sido el gol del año.
Millonarios:
Delgado;
Vásquez, Ithurralde, González, Martínez; Blanco (Herrera), Zapata, Leudo,
Tancredi (Mosquera); Valencia (Montero), Wason
Santa
Fe:
Sánchez;
Suárez, Centurión, Mendoza, Acosta; Valencia, Salazar, Pedroza (Miranda),
Molina; Cárdenas (Hernández), Lalinde (Ramos).
Por: Guillermo Posse
@gposse
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